De mi maestro Yayo y otras chuchadas!

Para principiar, la historia de mi encuentro con uno de mis mentores!

Ya más de un año desde que tuve el privilegio de ser introducido en un nuevo universo de un humor por mí hasta entonces sólo superficialmente conocido: La chuchá limpia e infinita.

Si bien yo siempre he sido de esos ñoños amigos de la lingüística, fanático insoportable de la ortografía y buscador empedernido de vocablos inexplorados, aún y con todo eso jamás he negado el gran cariño que le tengo a las chuchadas y putiadas varias, que al momento de la inmediatez expresiva resultan infalibles! Una chuchá bien puesta de forma espontánea siempre encaja mejor y resulta mucho más explicativa de nuestros estados internos que cualquier otra verborrea expresiva que pueda ser elaborada a posteriori. Es por esto que siempre me causan mucha risa esos despliegues gigantescos de chuchadas que algunas personas son capaces de elaborar sin mayor trabajo u esfuerzo alguno, más risa aún me provoca cuando estoicamente pueden continuar los sujetos durante largo rato disparando insultos sin repetir ni equivocarse, eso si que requiere una capacidad creativa sorprendente y si no me creen pueden hacer el ejercicio de decir chuchadas y putiadas sin detenerse, sin repetir y sin equivocarse a ver si es que pueden, yo por lo menos me enredo, comienzo a repetir o simplemente me quedo en blanco después de tres chuchás seguidas como máximo. En esto entonces busqué diversión escuchando peroratas interminables de gente chucheta durante largo tiempo, mucha gente que conozco tiene su lado chucheta, yo mismo lo tengo y no sólo me agrada sino que además me dedico a cultivarlo. Fue entonces así como comencé mi búsqueda con el propósito de hallar la fuente de toda chuchada (The Source of all da chuchada). Tristemente, para quienes me leen ahora, no fue una extensa peregrinación precisamente pues a apoco andar y casi por accidente, a partir de una conversación ajena escuché hablar de un tal “Yayo y el cuarteto obrero” y mas o menos pude entender en parte de que se trataba, de puro curioso comencé a hacer preguntas y entre explicaciones vagas y acercamientos que apenas comprendí fui iluminado, me dijeron básicamente que se trataba de un tipo que hacía humor a punta de puras chuchás! No conozco con exactitud la fecha pero hace ya más de un año fue cuando llegué a enterarme que en el sitio web, número dos después de google, youtube existía un archivo con los mejores videos del dios de la chuchada (The God of all da chuchada), un tipo calvo que años atrás tuvo la genial idea de incorporar en las cámaras indiscretas del trasandino programa videomatch una salsa de insultos directos y certeros a las modelos argentinas más top, más huecas y más ricas de aquel entonces. Recuerdo claramente el primer video que vi, y cómo no si aún es de mis favoritos, reí al instante durante largo rato y durante un mes entero continué riendo espasmódicamente de los mismos dos videos que había encontrado hasta entonces, sólo para luego comenzar a descubrir más y más material de este genial personaje, entonces sentí que realmente había encontrado lo que buscaba, fuentes de inspiración para mi arte y un mentor de quién podría aprender a superar mi falta de creatividad y mi incapacidad elaboradora de nuevo conocimiento chuchístico, además de que hasta entonces no me sabía ni un chiste, así fue como descubrí entonces que la profecía era cierta ¡Existe un ser humano capaz de proferir mil chuchadas por minuto¡. Hasta ahora he visto cerca de una treintena de las cámaras ocultas de Yayo y de cómo magistralmente sepulta seis metros bajo putiadas a un ejército entero de presentadores de TV y aún más de modelos, algunas serias que le hacen escándalo, otras cuantas que sin entender muy bien lo que pasa se limitan a guardar silencio y las más sensibles que se largan a llorar desesperadas, claro y como no si las tipas creen que todo esto se trata de su oportunidad de saltar a la fama más allá de las pasarelas y de ganarse un lugar en la televisión argentina, que si bien no me equivoco es un medio de difícil acceso para quienes pretenden hacerse con un programa… mmm lo último es cuestionable, ahora que lo pienso bien recuerdo alguno que otro de los programillas originales del otro lado de la cordillera que se pueden sintonizar en nuestra TV por cable nacional, eso me hace pensar que no debe ser un medio tan competitivo, considerando que existen bodrios televisivos del tamaño de pasión por la cumbia y 100% lucha! Malísimos, pero sin embargo son clásicos de la TV por cable rancia y de mala calidad que nos proveen por estos lados. Volviendo a lo que nos convoca en esta ocasión, lo mío parece haberse convertido en una enfermedad, una manía o algo así porque con todo el tiempo que ha pasado es natural que alguien se aburra o ya simplemente no le cause más gracia el asunto, pero sin embargo yo continúo riéndome con cada uno de los chistes que ya convertí en clásicos en mis círculos de amigos, a quienes además ya aburrí con los mismos chistes. Desde el día en que vi y oí el primer chiste de Yayo creo que no han pasado más de dos días sin que oiga uno, ya sea en la versión de video por Youtube o la versión de audio, porque también los tengo en mp3! O bien como sonido de MSN porque además convertí algunos de sus mejores chistes en sonidos para el MSN Plus! Pero no sólo me volví seguidor de Yayo sino que también incorporé a mi vocabulario común palabras “guarangas” del estilo argentino tales como la poronga, el ojete, la garchada y otras cuantas más! Sin duda que ha sido un tremendo aporte a mi léxico.

A continuación, y de regalo, les adjunto el primero de los chistes de Yayo que vi, el que me introdujo en este vicio y que me llevó a conocer una de mis principales fuentes de conocimiento en el arte de las chuchadas, con ustedes el sensei que me entrenó en el arte de los chistes rancios, pero muy cómicos al fin gracias a su tremendo contenido de chuchadas, putiadas y otras onomatopeyas…

Me excuso por el del payaso porque aún no lo entiendo.

Una reflexión final… Decir chuchadas es un arte y no ha de confundirse este culto con el de la chuchada barata y sobreexpuesta innecesariamente, uno ha de aprender, entre otras cosas, que la chuchada tiene un lugar en el tiempo y en el espacio y por tanto no debe ser desperdiciada ni echada al aire así sin más, es necesario curtirse en esta disciplina de la chuchada para no sucumbir y caer del otro lado de esta delgada línea en la que nos mantenemos equilibrados los avezados conocedores de la chuchada sabia, acertada y precisa. Escuché por ahí hace algún tiempo a alguien lamentarse a propósito de la degradación progresiva de la que chuchadas y putiadas están siendo víctimas en la actualidad, y es que es muy fácil oír en una conversación casual de cualquier sujeto común una chuchá por cada 3 palabras, ni bien nos importe que pueda ser grosero, lo realmente lamentable acá es que con esta sobre utilización resulta que entonces se va perdiendo de a poco el valor intrínseco de éstas milagrosas palabras, su real propósito y su verdadero significado para convertirse entonces en una palabrota de uso común que pierde toda intencionalidad. Amigas y Amigos los invito a ser responsables de la utilización de sus chuchadas de uso común, de todos nosotros depende que el gritar conchetumare!! o decir puuuuta! El maricón reculiao! continúen siendo insultos que nos provoquen real alivio, y quién sabe, tal vez hasta un poquito de agrado en situaciones donde se vuelven realmente necesarias y encajan a la perfección.

Ahora les regalo mi colección personal de 11 chistes de Yayo en versión MP3 para que puedan tenerlos al alcance de su PC cuando necesiten desenvolverse en una reunión social, o para rellenar ese espacio de tiempo que les está sobrando en la disertación o quizás para dar buena impresión en alguna entrevista de trabajo.

Yayo Chiste 1
Yayo Chiste 2
Yayo Chiste 3
Yayo Chiste 4
Yayo Chiste 5
Yayo Chiste 6
Yayo Chiste 7
Yayo Chiste 8
Yayo Chiste 9
Yayo Chiste 10
Yayo Chiste 11

No se tomen la molestia en contar las veces que repetí la palabra chuchada, putiada o derivados, yo lo hice por ustedes y resultaron ser 40 veces…
Si es que contamos estas otras 8…
Chuchada!
Chuchada!
Chuchada!
Chuchada!
Chuchada!
Chuchada!
Chuchada!
Chuchada!