lunes, 3 de agosto de 2009

Unas súbitas ganas de despertar.

Tal vez haga falta emprender un viaje, uno con destino desconocido, solo por el placer de desaparecer en silencio, de hacerse acompañar solamente por las alucinaciones y susurros que que existen únicamente en el interior y hacen eco en la propia cabeza, entonces caminar, caminar, caminar... Hacerse acompañar por ideas y cavilaciones eternas que tardan largo tiempo en resolverse, recuerdos de cuanto se ha dejado atrás y cuanto más se asoma en el camino, visiones de otras realidades posibles, vivir el momento, trascender de lo cotidiano y construir una bitácora al andar, para dar cuenta de todo cuanto se nos manifiesta en el teatro de lo imaginario, en solitario. Tal vez hace falta ver muchas sombras pasar y de pronto no verse más que a si mismo rodeado de una nada abrigadora. Tal vez a veces nada más hay que actuar y dejarse llevar por esas fugaces ideas de partir corriendo a encontrarse con nadie.

Into The Wild