"Dios ha muerto es lo que dijo un bigotón, ¿y que es lo novedoso en su muerte? o más bien ¿que es lo que nos permite un dios muerto? la libertad... parece que estaba equivocado. ¿Como se sabe un hombre libre? un hombre se sabe libre solo en la medida en que se permite a si mismo ser y hacer cuanto se propone demostrándose que no hay límites para su existencia. ¿Y si no hay un dios abusador quebrando la armonía de nuestras vidas y estableciendo los límites de lo humano? Entonces ya nada está permitido. Solo un límite firme, establecido por alguna autoridad simbólica, puede garantizar estabilidad y satisfacción, satisfacción producida por medio de la violación de la prohibición, la transgresión del límite. Entonces vino este dios autorreferencial y se posó en su trono a burlarse de nosotros solo para ver como no podemos escapar de su imagen totalizante a pesar de cuanto lo desdeñamos, y he ahí el origen de la paradoja, como es que nuestra libertad está condicionada por su existencia aún en el acto mismo de darle muerte."
