Tal vez haga falta emprender un viaje, uno con destino desconocido, solo por el placer de desaparecer en silencio, de hacerse acompañar solamente por las alucinaciones y susurros que que existen únicamente en el interior y hacen eco en la propia cabeza, entonces caminar, caminar, caminar... Hacerse acompañar por ideas y cavilaciones eternas que tardan largo tiempo en resolverse, recuerdos de cuanto se ha dejado atrás y cuanto más se asoma en el camino, visiones de otras realidades posibles, vivir el momento, trascender de lo cotidiano y construir una bitácora al andar, para dar cuenta de todo cuanto se nos manifiesta en el teatro de lo imaginario, en solitario. Tal vez hace falta ver muchas sombras pasar y de pronto no verse más que a si mismo rodeado de una nada abrigadora. Tal vez a veces nada más hay que actuar y dejarse llevar por esas fugaces ideas de partir corriendo a encontrarse con nadie.
Into The Wild
lunes, 3 de agosto de 2009
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